Precalienta el horno a 180 °C (160 ºC con ventilador) y unta con aceite o mantequilla el molde rizado para tarta de 28 cm de Le Creuset.

Para hacer la masa quebrada, echa la harina, la mantequilla y la sal en un procesador de alimentos y bate hasta obtener migajas finas. Añade el agua helada y bátelo todo hasta hacer una buena mezcla. Saca la mezcla del procesador y ponla en plástico transparente de envolver. Deja que se solidifique en el frigorífico durante 1 hora.

Extiende la masa entre dos hojas de papel de hornear hasta que tenga un grosor de 4 mm y pásala al molde. Moldea la masa hacia los lados. Retira el exceso de masa de los bordes. Pincha la base con un tenedor y déjala reposar en el frigorífico otros 30 minutos. Una vez reposada la masa, cúbrela con papel de hornear y echa encima frijoles secos o arroz para que no se abombe. Prehornea durante 20 minutos, luego retira el papel con los frijoles o el arroz y hornea durante otros 5-10 minutos. Retírala del horno y déjala enfriar. Reduce el calor del horno a 170 °C (150 ºC con ventilador).

Para hacer el relleno de almendras: Con una batidora de mano eléctrica, bate la mantequilla a temperatura ambiente hasta que se ponga pálida y ligera, añade el azúcar y bate hasta que esté pálida y cremosa. Bate los huevos de uno en uno, añade la vainilla y bate hasta mezclar bien. Revuelve la harina de almendras.

Cuando la masa se haya enfriado por completo, extiende la mermelada de cereza en el fondo de la masa, cubre con el relleno de almendras y hornea durante 40-45 minutos. Saca la tarta del horno y déjala enfriar durante 10 minutos. Cubre con las bayas silvestres y espolvorea con azúcar glas. Sírvela tibia con yogur natural muy cremoso.