Precalienta el horno a 200 ºC.

Corta las patatas en rodajas finas de grosor uniforme. Se recomienda mantener las rodajas de patatas en un bol con agua para evitar que se decoloren u oscurezcan mientras las preparas. Escurre el posible exceso de líquido de las patatas.

Fríe las chalotas y el ajo en aceite de oliva hasta que se ablanden y despidan un delicioso aroma (aprox. 5-8 minutos) y reserva. Mezcla la nata, el caldo y el romero. Comprueba el punto de sal, ya que el caldo podría estar suficientemente salado. Dispón las patatas en una capa sobre la base de la bandeja rectangular Heritage de 26 cm de Le Creuset. Cúbrela con una cucharada de cebollas al ajo y los quesos mezclados (reserva un poco para dar el toque final). Repite este paso hasta llenar la fuente. Vierte la mezcla cremosa sobre las patatas (solo en la capa superior de patatas). Pon los cubos de mantequilla y el queso que tenías reservado sobre las patatas.

Hornea durante 20 minutos para lograr una preciosa corteza dorada, reduce el calor a 180 ºC y hornea durante otros 40-60 minutos hasta que puedas pinchar el centro del plato fácilmente. Sirve caliente con una pizca de sal de remolacha y la mantequilla de hierbas y ajo.

Para preparar la mantequilla de hierbas y ajo: Derrite la mantequilla en un cazo pequeño a fuego medio-bajo y añade el ajo, la cáscara de limón y el zumo de limón. Cocina durante 3-5 minutos hasta que se derrita y despida un delicioso aroma. Blanquea 30 g de perejil en agua hirviéndolo durante unos segundos (hasta que las hojas adquieran un verde intenso), escurre y refresca en agua con hielo. Exprime el exceso de agua. Échalo en una batidora y bate junto con la albahaca fresca y la mezcla de mantequilla derretida. Guarda en la nevera hasta que la necesites.