Precalentar el horno a 200°C

Empieza marinando las costillas o chuletas de cordero la noche anterior o al menos cuatro horas antes de cocinarlas.

Para crear el adobo, pon el cordero en un bol junto con la menta, el romero, el tomillo y el aceite. Añade la ralladura y el zumo del limón y añade pimienta generosamente antes de empapar bien el cordero con el adobo. Cubre el bol y déjalo en la nevera durante toda la noche.

Cuando te dispongas a cocinar, precalienta el horno a 200°C.

Corta las patatas nuevas por la mitad y ponlas en la bandeja asadora junto con el aceite, la sal y el romero. Asa durante 25 minutos, hasta que las patatas estén doradas, moviéndolas ocasionalmente.

Pon las costillas o chuletas de cordero en la bandeja asadora (con la parte de la grasa tocando la base) y asa durante otros 12-15 minutos.

Saca las chuletas de la bandeja, tápalas con papel de aluminio y déjalas reposar. Añade el puerro, los espárragos y las habas a la bandeja. Vierte el caldo y luego el puré de ajo, removiéndolo bien.

Vuelve a meter la bandeja en el horno y asa durante 10 minutos más, hasta que las verduras estén tiernas pero conserven todo su color.

Prepara rápidamente la salsa de menta poniendo todos los ingredientes en un pequeño robot de cocina. Bate hasta obtener una salsa de hierbas sin triturar demasiado.

Para servir, vuelve a poner las chuletas en la bandeja y echa por encima la salsa de menta.

Sirve directamente a la mesa.

Cuando añadas las chuletas o las costillas a la bandeja, pon la parte con la grasa tocando la base. De esta forma la grasa se derretirá rápidamente durante el breve periodo que pasan en el horno.

Si prefieres el cordero bien hecho, deja hornear durante 5-6 minutos más y luego deja reposar mientras las verduras terminan de hacerse.