Para hacer la masa:

Echa la leche y la mantequilla en un cazo pequeño y calienta a fuego medio hasta que hierva. Bate la miel y el zumo y la cáscara de naranja; a continuación, vierte la mezcla en un bol grande. Comprueba la temperatura con el dedo: debería estar solo un poco más caliente que tu piel. Si está demasiado caliente, deja que se enfríe ligeramente durante algunos minutos.

Tamiza la harina, la canela y la sal, y espolvorea la levadura seca.

Cuando la leche alcance la temperatura deseada, échala en la batidora y añade 1 tza de la mezcla de harina; sigue añadiendo la harina de 1/2 taza en 1/2 taza, mezclando bien cada vez. Amasa durante 5 minutos con el gancho de amasar hasta que la masa adquiera una consistencia homogénea, elástica y brillante.

Echa la masa en un bol limpio y engrasado. Píntala con una pequeña cantidad de aceite, cubre el bol con un paño húmedo y colócalo en un lugar cálido para que leve durante 1 hora o hasta que haya duplicado su tamaño. Esta masa también leva bien durante toda la noche en la nevera.

Cuando la masa haya levado, golpéala suavemente y desmóldala sobre una superficie enharinada. Con un rodillo, extiéndela en forma de rectángulo hasta un grosor de 1 cm.

Para el relleno:

Echa el chocolate, la nata y la cáscara de naranja en un bol resistente al calor. Colócalo sobre un cazo pequeño lleno de agua hirviendo (el bol no debe entrar en contacto con el agua) y calienta, removiendo ocasionalmente, hasta que el contenido se derrita. Bate la mezcla con unas varillas para integrarla completamente.

Extiende el relleno sobre el rectángulo y, a continuación, espolvorea con azúcar moreno y canela.

Para darle forma:

Enrolla el rectángulo de masa a lo largo (como un brazo de gitano). Córtalo a lo largo por el centro de extremo a extremo.

Con cuidado, coloca una mita sobre la otra, con la parte del relleno hacia arriba, formando una X. A continuación, enrolla las partes cuidadosamente para formar una trenza.

Forma una corona con la trenza y colócala sobre la cocotte para pan de Le Creuset frío. Cúbrelo con una tapa y dela que leve otros 30 minutos en un lugar cálido.

Precalienta el horno a 210 °C (200 ºC con ventilador). Hornea durante 20 minutos con la tapa puesta. Retira la tapa y hornea a 180 °C durante 20-25 minutos más, hasta que se dore. Píntalo inmediatamente con la miel derretida. Déjalo enfriar en la bandeja de horno durante aprox. 1,5 h; a continuación, colócalo sobre una rejilla para que se enfríe completamente. Sírvelos calientes.

Cobertura opcional:

Tamiza azúcar glas y añade zumo de naranja caliente. Mezcla bien hasta conseguir una pasta homogénea. Rocía el babka con la mezcla. Tuesta nueces pecanas y espolvoréalas sobre el glaseado.